martes, 6 de agosto de 2013

Ventana voladora

Parece que mi amiga Mabel que siempre protesta por los arreglos del edificio a puro martillazo, dejo de quejarse de los ruidos y empezare yo... El vecino cambia su techo y hay que derribar el tejado anterior, las tejas siguen tronando, los martillazos repiqueteando... ¡practiquemos tolerancia!!! tron! tron!
Mi nieto le puso ese nombre al pececillo azul que acaba de comprar (tan tierno el quinceañero) y viene bien –ese nombre- con las circunstancias... jeje pobre pez, el agua se ensucio y parece que destiñera!
Con un clima  hermoso... mientras desayunábamos en el patio veíamos volar las cortinas como fantasmas coloridos. Es una sensación bonita y rara, parece que la casa volara.
Tasha, que sigue los pasos de su padre -economista- fue con la mama a abrir su cuenta de banco... volvió radiante de felicidad y con una alcancía de regalo... Es extranio ver que las hermanas la miran y admiran, pero no aspiran a lo mismo. Se sabe diferentes. Las otras no ahorran, pierden su dinero, gastan… en cambio ella tiene su contabilidad hecha y nunca gasta todo. Por eso tiene cuenta bancaria.
Ahora se han inventado que venderán sus juguetes, para atraer a los padres venderán jugo frio y así podrán atraer a más clientes. Cuando tengan dinero ahorrado compraran un restaurant…
Mi dolor de espaldas (gracias a la jardinería, carpintería y reorganizar el lugar de arte)... goza de buena salud... parece irse pero no quiere abandonarme y no estoy sola, mas amigas se han quejado también de hacer esfuerzos olvidando que lo 20 hace rato que quedaron atrás.

¡Que tengan un día espectacular, lleno de amor!

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