martes, 29 de septiembre de 2015

Abramos la ventana

Abramos las ventanas, no importa la estación ni la temperatura, pero abrir ventanas a la vida siempre viene bien.
tomada en Venecia 2015
Abramos a ver si entra la buena vibra, si la luna ‘roja’ aun ronda por allí o se fue con la ‘azul’, que si es blanca también es buena y si llega el sol mejor aún.

Dejar la ventana en sombras solo da oscuridad y se extiende la humedad de malos humores y de malos ratos compartidos o sin ganas de compartir.
Abrir la ventana es despejar el pecho y recibir el aire para limpiar la mente y la luz para aclarar el pecho.

Abrir las ventanas a la vida… siempre viene bien.

Monica Ivulich, DR2015Spain

sábado, 19 de septiembre de 2015

Ventana Bibliófila

Si tu portátil no funciona, si tu cabeza se siente pesada, si el ambiente que respiras no es el propicio, si hace mucho calor y el bochorno te derrite las ideas… si… simplemente no puedes escribir, lo mejor es mirar por alguna ventana. Puede ser la ventana a la calle, la televisión, un libro…
Imagen de la red
Pero lo ideal es encontrar una ventana que da a un balcón lleno de libros… eso sí que es inspirador…
Puede que uno se siente allí, mire la gente pasar, el panorama… o lea hasta sentirse inspirado y, tal vez, con un ‘boli’ y un anotador uno garabatee hasta que  llegue la inspiración.

Es una ventana a la imaginación y a la literatura. Vamos, que no hay mejor ventana para mí. Desde allí veo a todos mis seres queridos y mis seres de ficción. Es una ventana especial para un día como hoy que mi organismo quiere enfermarse y no lo consiento, pero él no me deja hacer todo lo que deseo. Solo llegar hasta ti en este día tonto, que no permitiré me convierta en tonta del todo a mí, ni que te separe a ti de mi ilusión.
                                           
                                                                                                                       Monica Ivulich, DR2015

martes, 1 de septiembre de 2015

Ventanuco misterioso

 Tantos enigmas en las ciudades, en los pueblos, en las calles grandes y pequeñas, algunas perdidas de la vista de los transeúntes casuales, turistas, etc.
Hay misterios que nadie se detiene en descubrir. Y muchos de estos secretos solo quedan en el recuerdo de algunas ventanas que se conservan a través de los años y viendo crecer, pasar generaciones.
 Esas ventanas antiguas a las que hoy no les encontramos utilidad, pero están como testigos de alguna actividad normal -o no- de antepasados no muy lejanos.
Foto tomada en Lamoryale, Fr. - 2015
Eso me sugirió este ventanuco abierto en el muro. ¿Cuántas cartas, mensajes, misivas, invitaciones… han pasado por su abertura? ¿Cuántos secretos podría develar si hablara? Romances, estrategias militares o políticas, noticias de nacimientos, muertes, romances furtivos y hasta extraños paquetes cuyo contenido lo conocían sólo dos personas.
 Una pequeña y enigmática ventanilla que despertó mi imaginación, se ríe de mi curiosidad y fantasía… pero tras su risa está la mueca irónica de su secreto y su verdadera función en la casa, al fondo de un callejón sin salida.

Monik D.R.2015Francia