lunes, 27 de julio de 2015

VENTANA COMPLEJA

Es difícil entenderse una misma… ¿cómo, entonces, entender a los demás?
Por años he tratado de vivir con sencillez y ser lo más simple posible, pero en un momento dado miramos alrededor y nos damos cuenta que ni siquiera sentimos en forma directa y simple.
Pongamos, por ejemplo, que tememos a algo o a alguien y, de pronto, nos damos cuenta que no hay que tener miedo a nada… que alegría nos llega, aunque no se nos fue, todavía, el desasosiego del cuerpo. Las dos sensaciones, miedo y alegría, se mezclan.
O, sentimos rabia por alguna situación y no quisiéramos sentir así, porque –por ejemplo- hay una persona amada en esa historia… entonces, mezclada a la rabia nos llega la tristeza. Pensamos que mejor es alejarnos, tenemos miedo de dañar o de que nos dañen… y, a la vez, sabemos que esa evitación también hace daño a quien está implicado/a y llega la culpa…
Complicadas son las vicisitudes… más de lo que deseamos.
Claro que, a veces, no se complican para mal. Hay cosas que más que complicadas son complejas y quedan bonitas, en el arte por ejemplo.
Casa Batllo por Albert Tan

Los collages suelen ser hermosos, las creaciones de Gaudi son maravillosas… como muestra esta ventana… aunque hay tantas bellezas arquitectónicas en una ciudad compleja como es Barcelona, una ciudad que siendo española no se sabe por cuánto tiempo, pues quiere ser independiente, aunque... bueno que lo explique otro porque, para mí, es muy complicado

miércoles, 15 de julio de 2015

VENTANAS ITALIANAS

VENTANA hacia VENECIA
Era un hombre común, la vida le dio familia, un cuerpo fuerte, alto, la amabilidad heredada, una casa con cama propia.
Imagen de la red (tren en Italia-)
Tenía derecho a sus sonrisas, a la camisa, el pantalón y un billete de segunda hacia Venecia.
Peinaba canas respetables que se revoloteaban infantilmente, como infantiles eran sus miradas a través de la ventana de un tren de Italia.
Monik


                                                      Ventana de Italia
Cuando apagas tu mirada se secan las flores en tu ventana.
Monik.

D.R. 2015 Italia

Tomada en Italia, 2015, por M. Ivulich

Foto tomada por M. Ivulich, Italia 2015

lunes, 6 de julio de 2015

Ventana a un Escapada

Volver de vacaciones es más difícil que irse. Así que me tomé un tiempo antes de reiniciar mis escritos. Algunas frases, preparar y terminar trabajos dejados a medias, descargar fotos y reorganizar mi cerebro fue todo lo que hice por dos semanas.
Pero ya me llaman mis ventanas curiosas para que cuente mi última aventura.
Cortijo en Turre, 2015
Andalucía es una España peculiar. Menos sofisticada que el norte español, pero más alegre, cordial y hospitalaria. Y allí, precisamente, fue donde estuve.
La idea de hacer Escapadas viene de años atrás, primero pensé en que fueran para escritores. Luego quisieron venir amistades que no escribían pero cantaban o pintaban, etc. Así fue que quedó abierta a todas las ramas del arte y la cultura, la llamé Escapada Creativa.
Alguien me preguntó si valía la pena meterme en estos líos. Porque siempre hay problemas cuando se trata de grupos (alguien se enferma, otro se arrepiente, aquella decide venir a último momento…). Es cierto que hay contrariedades, que hay sorpresas… pero la vida es así… o te encierras a ver TV y no vives. Siempre consideraré la vida como una aventura.
Cortijo en Turre, 2015
Y allí llegamos: Almería. Debo decir que sin ser la ciudad más bella que conozco, es una de las que me hace sentir más cómoda y alegre. Pero no fui la única en sentirse bien. Mis compañeras de viaje tenían un humor envidiable. Tanto es así que una señora que viajaba en nuestro avión nos preguntó si siempre reíamos tanto. Y todo el tiempo fue igual, aun después de separarnos.
Desde Almería Aeropuerto nos fuimos a la bella y arábica Mojacar. De allí a Turre, al cortijo rural de María que nos recibió con su acostumbrada calidez y nos alojó en habitaciones coloridas, frescas y cómodas, hasta nos dio una sala para reuniones donde desarrollar nuestras actividades.
Cortijo, Turre, 2015
A la hora de ponernos a trabajar, no podíamos concentrarnos. Los cantos, la risa y la carcajada borboteaban por la sala. Pero si, pudimos hacer algunas poesías y tomar notas para otros escritos.
La excelente comida y atención de María, Alfonso y Cloe fue otro motivo de felicidad, junto con la paz y la belleza del lugar.
En mi ventana de la memoria hay mucho agradecimiento por estos días de Escapada y será un recuerdo de esos que quedan indelebles en mentes y corazones de quienes lo compartieron.
Noche de San Juan, Aguadulce
Debo detallar que terminado el finde, pasamos por Playa Las Negras y, de allí, fuimos a Aguadulce y tuvimos otros días… y noches, incluida la de San Juan, de maravilla! Ay ventana escurridiza… con sólo abrirte, mi pecho se enternece y se llena de júbilo.

Es que una ventana a la Escapada no es cosa de todos los días… ¡ay! si mi ventana hablara…