miércoles, 24 de diciembre de 2014

Ventana en Noche Buena

Imagen de la red


Es Noche Buena, en mi ventana converge el frio con la ternura, las ausencias con las voces inocentes de mis nietos. Es noche de reunión y nostalgia, de regalos, risas y echar de menos a los que no están y festejar con los que llegaron…

Mi corazón late con amor y se divide entre disfrutar el presente y anhelar lo distante…

Pero sonrío sabiendo que esta noche me abrigare en tus brazos, que desde lejos me envuelven con dulzura y musitan “Buenas noches mi amor”, entonces sí, será Noche Buena.

martes, 9 de diciembre de 2014

Abrazo de Barcelona en mi ventana

Partir mañana hacia Barcelona es lo que hay en mi ventana de hoy...

Una ciudad que logró atraparme como ninguna otra, con su belleza, su energía, su amistad y su amor...

Muchas veces pensé en ir a Barcelona antes de la primera vez. mágicamente, una vez que llegué me pareció que había estado allí muchas veces, reconocí calles, edificios -de Gaudí y otros- negocios. Casi lo mismo que me pasó en París la primera vez, mucho antes.

Me gusta pasear por sus calles, lentamente, deteniéndome en sus vidrieras, ventanas, sus cielos, colores y arquitecturas. He conocido amigas y he entablado relaciones muy valiosas.

Su parte cultural, su gente linda, su Mediterráneo, sus flores, sus restaurantes, todo me invita a volver.

Esta vez me esperan reuniones, teatro, presentación literaria y sorpresas ¡como siempre!

Lo pasaré en grande, desde ahora me inunda la ilusión.
¡SI! Allá voy... Recogiendo trozos de vida en ciudades diferentes, con amores diferentes...

Ya llego Barcelona... a caer en tus brazos ¡otra vez!

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Ventana italiana

Tomada en Italia, 2013


Terminaré el año en ‘La bella Italia” pero, me daría lo mismo que fuera en cualquier parte, con tal de volver a ver a mi hijo que estuvo en Irak, Kuwait e Irak otra vez y deberá pasar unos meses más allí.  Él se muere por ver a sus hijos y yo a él. Además los hermanos (mis hijos) y mis nietos estarán juntos otra vez.
A esta altura de mi vida los miro desde un costado, no quiero intervenir en sus vidas, no sólo porque no corresponde sino porque deben entender que yo voy saliendo del cuadro familiar y no voy a pretender estar presente todo el tiempo que me queda más allá de lo imprescindible.  
La vida tiene sus ciclos, el mío está en el momento de aceptar lo que existe, disfrutarlo des – apegadamente. Ser abuela tiene la ventaja de que ya no se hacen esfuerzos extras, vivir es suficiente.
Recuerdo cuando llamaba a mi madre preguntándole como estaba, su respuesta era siempre: ‘acá estamos” y yo  decía: “estás que ¡ya es bueno!” Se reía, lo cual era mi intención y le escuchaba sus novedades y sus quejas… yo prefiero no rezongar, porque ya que una no es joven ni guapa, al menos tener buen humor, dejar buena impresión, y como dicen: por cuatro días locos que vamos a vivir…
En realidad cada vez que mis nietos hablan conmigo no me preguntan ‘como estoy’ sino ¿Dónde estoy?
El caso es que toda la familia, o casi, cenaremos en Italia ¡una felicidad bella!!!
También, me verán los médicos y espero que me arreglen la rodilla que me duele, pues aunque no quiero correr, aún tengo ganas de andar mundo, recorrer.
Así que volveré a mirar por las ventanas italianas, tan bonitas, tan alegres, tan musicales… es que las ventanas del mundo se especializan o caracterizan por diferentes cosas… las españolas por los sabores que se adivinan cuando se huelen sus comidas, las italianas por sus canzonetas y voces variadas de conversaciones entrecruzadas, las francesas por aromas a perfumes, las americanas por el ruido y luces desde el televisor… un sinfín de detalles de ventanas de diferentes lugares que forman parte de mis experiencias.
Este fin de año serán las de Véneto, cerca estará Venecia y, en mi mente bailoteará una ventana muy especial, la de Barcelona y la ternura de su gente, allí presentaré el libro antes de llegar a Italia…
La vida me da ventanas amistosas y agradables, y cuando no, simplemente las cierro o no miro hacia ni por ellas, que si no me dieron mucha belleza al menos debo ser un poco lista.
Tomada en Italia, 2013
Esto es lo que tengo de cortina en mi ventana de Francia y muchas más cosas… que cuando no planeo yo, lo hace la vida por mí.
Vamos a calentar el invierno que viene de una inclemencia y un frío… yo, por empezar ya tengo proyectos para varios meses… y compré macetas con flores… las nenas adornaron el árbol y mi hija esta con tema regalos… es un buen empezar para terminar el 2014… que lo pasen lo mejor posible dentro del estilo de cada uno… y aunque el dinero no sobre, que sea con ¡muchos ánimos!

domingo, 23 de noviembre de 2014

VENTANA EN ALDEA



Quiero irme contigo a un pueblo pequeño y antiguo en medio del agro y rodeado de cerros, con calles empedradas y edificios de rocas.
Ver la vida cotidiana pasar por ventanas de  la aldea, pintar el cielo, escribir mis sentimientos, con tu brazo en mis hombros…
Entender la vida sin tapujos ni timidez, gritar en el campo y bailar desnuda en el lago, atravesar el horizonte poblado de una luna descomunal y entrar en el silencio sideral…
Entonces y sólo entonces, dejándome envolver por el crepúsculo, podría conocer el secreto de tu mirada y la pasión de tus labios tiernos.
Mirar desde una ventana tranquila y pueblerina, para poder mirarnos dentro hasta que el alba florezca en nuestros pechos y pueda sorber el brillo del sol en tu pelo..
Es lo que fantaseo, para encontrarnos dentro del viento, de la magia sutil de tu mirada y sobre las ramas del árbol prohibido sabiendo que tu amor se derrama en mi ser y que tu bebes del mío…
Una ventana sencilla, de una aldea pequeña por donde salir de los mundos miserables y cabalgar hasta nuestra estrella propia donde el miedo no existe…
APORTES de Chesca:

miércoles, 19 de noviembre de 2014

BELLEZA desde las ventanas

foto de la red


Las ventanas nos descubren el mundo cuando miramos por ellas.
Es diferente cuando miramos desde afuera a nuestras ventanas o ventanas ajenas… ¡cuánto se descubre a través de ellas!
Muchas pueden ser mezquinas y no dejarnos entrar ni con una mirada, otras se abren discretas, confiadas y podemos vislumbrar sus características, hay las que son muy demostrativas y nos dan show de esplendor, de arte y hasta de opulencia.
En Barcelona, como en muchas ciudades, hay de estas ventanas. Pasar frente a una ventana de Gaudí es  adentrarse a la belleza.
Foto propia
Pero, no es lo único que uno puede entender. Si hacemos analogía con nuestros cuerpos, cuando pasamos frente a un espejo y nos miramos de los ojos hacia adentro, sostenidamente, vemos  que tenemos una belleza especial, que se traduce en luces. Si profundizamos más, esa luz se convierte en recurso contra la oscuridad.
Tenemos muchos recursos. Claro que si perdemos el tiempo mirando hacia afuera, criticando o juzgando a los demás, recordando el pasado, viendo lo negativo en todo, absorbiendo noticias que nos meten en un mundo materialista… nunca podremos entender que somos una maravilla y que fuimos creados con todos los mecanismos, herramientas y técnicas para ser creativos, felices.
Es algo para pensar y meditar. ¿Qué le muestro yo al mundo a través de mis ojos/ventanas? ¿Qué puedo descubrir de mí cuando me miro internamente?
Casa Batllo, foto propia

sábado, 15 de noviembre de 2014

Ventaneando mi recorrido

Imagen de la red
Es un día de esos en que la ‘nada’ se apodera de mi humor y mi ventana: nada malo, nada por hacer, nada sin hacer…
No suelo mirar hacia mi pasado con frecuencia a menos que haga una contabilidad positiva… En un día donde llovizna y todo es gris, me doy cuenta que me llega la edad de la jubilación…
Es una buena edad para advertir que mi niña interna juguetea aun por los rincones y yo la dejo alborotar, de a ratos.
Esa nena que veía tan lejos mi estado de abuelidad, suele llorar y reír por nada y por todo… me apunta con el dedo cuando me saboteo, así es que mejor me ponga a ver lo bueno que hice…
He logrado abandonar mis bibliotecas (mis tesoros) en más de un país, pero cargando la belleza de muchos escritos en la piel de mi espíritu, aprendiendo a soltar la carga y viajar ligera de peso.
He caminado India e Israel, visitado museos y paisajes orientales, europeos, norte y sur-americanos, vivido en dos continentes y cinco países, subí al Himalaya en Nepal y crucé el desierto marroquí, todo por buscarMe, encontrando trozos de mi ser aquí o allá… y sólo he logrado reunirme íntegramente en la suavidad de una piel idéntica a mi piel.
Me han definido como una mujer simple y de buena onda, puedo agregar que no tengo necesidad de aparentar ni pretender, soy amante de mi familia y mis amig@s, admiradora del Planeta y el Universo, digna y orgullosa de mi género, con logros y frustraciones que considero lecciones… emocional con la música y los gestos de ternura, enamorada como una colegiala, sabiendo mis límites, creativa y entusiasta… comprometida con el dios-creador que concibo a mi manera, solamente una última aspiración: ser buen ejemplo para mis nietos cuando, algún día, entiendan lo que es madurar y envejecer y me hayan visto hacerlo.
Me maravilla y hasta sorprende la gente que me aprecia a pesar de mis múltiples errores, son tan tolerantes y compresivos, ¡adorables! ¡Les agradezco mucho!
Imagen de la red
Miro por mi ventana, sencilla, un poco coqueta y cargada de recuerdos bellos y de amor respetuoso… agradecida por la vida que disfruto… después de todo, no es nada malo ser abuela, jubilarse y ver que se puede madurar sin consumirse o enmohecer.
Miro mi pasado por la ventana, más extenso que mi futuro y a pesar de tantos pesares, no me quejo, he aprendido a no manchar lo que vendrá de lo que pasó hace tiempo atrás. Y creo que eso es nuestra misión: agradecer, amar, ser y hacer a otros felices. Es una ventana pacífica al menos.

                          
                                 Francia 2014