sábado, 31 de diciembre de 2016

VENTANA ESPECIAL


Foto de Ceci Rodríguez
Para que me entiendan debo comentar lo que me estaba ocurriendo desde hace un tiempo atrás.

Una de mis mejores amigas de Buenos Aires dejó su cuerpo en diciembre del año pasado. Por esta razón la he estado recordando y sintiendo saudades especiales desde hace semanas (¿Por qué al cumplirse el año de desaparición nos duele más que en meses anteriores? No sé, pero, me ha pasado en muchas ocasiones).

El caso es que -además- cumpliría años el 4 de enero. Entonces mi cuerpo reacciona a esta seguidilla de festejos, todos con un vino que ella apreciaba y cuyas iniciales son: S.F. (no haré propaganda) y champagne o cava (el bodeguero de la esquina -gallego- lo traía cada año, el mismo que mi amiga de Barna me invitara el año pasado).

Foto de Ceci Rodríguez
Por lo tanto, estas fechas tienen un regusto especial (en cuanto a alcohol se refiere).

La anécdota llega junto a una ventana, la que Ceci me envía desde Bs As… sin que ella sospechara lo que gatilló hoy -fin de año- con esta foto de la ventana que vio en Mendoza y capturó pensando en mí…
Foto de Ceci Rodríguez


No sólo es una hermosa ventana de un museo del vino maravilloso, sino que es del dueño de la bodega que fabricaba y envasaba ese vino especial en una época especial compartido con una persona muy especial en mi vida.

De hecho ¡despedí mi ciudad bebiendo ese vino!
Ay Ceci, que acierto el tuyo… cuanta sensibilidad! sinceramente, creo que mi amiga me envía un mensaje a través de tu cámara y tu intención. No tienes idea lo bien que me ha hecho tu gesto y tu ventana, cuánto te lo agradezco.
¡Brindo por la amistad y por las ventanas que nos unen!
Foto de Ceci Rodríguez
Me dijo Ceci: allí nació la costumbre de comer doce uvas

lunes, 26 de diciembre de 2016

Entre mi ventana y yo

Es pequeña mi ventana, un rectángulo esperando vestirse de cortina. 
de la red

Y, así chica como es, me lleva a un poquito del mundo cambiante fuera de la habitación, un mundo de nubes y mariposas, de grises o dorados, humo de chimeneas, flores y espigas…

En primavera, cuando abra mi pequeña ventana, entrará el aroma de menta, lavanda y romero; las enredaderas darán color y fragancia a mis sentidos; los pájaros trinarán para mi deleite y mi gata, sentada en el alfeizar de mi ventana, lamerá sus patas tibias de sol.

Me gusta estrenar ventanas, ilusionarme con lo que me traen del barrio nuevo, con las flores y colgantes con las que adornaré su contorno, en esa forma de amor mutuo entre mi ventana y yo.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Mudando ventanas

Me estiro en el sillón y veo las ventanas contra el techo, esas que son imposibles de limpiar si no llega un profesional…

de la red
Las nenas caminan varias veces del baño al dormitorio, como soldaditos que, en vez de bayonetas, empuñan cepillos de dientes. Saben que haciéndolo determinado número de veces suman los minutos necesarios de cepillado. En la nueva casa han de variar el itinerario. 

En esta casa se han convertido en niñas responsables, casi jovencitas, y creo que sus paredes las extrañarán cuando nos vayamos.

El patio echará de menos sus carreras y sus cantitos, las fiestas infantiles con niños de la escuela, las cenas familiares, los alumnos de inglés de mi hija, la llegada de amigos, de familia…

Estas ventanas ya no nos mirarán llegar y, seguramente, tendrán otro color, otra luz que no será nuestra. Mudaremos casa y ventanas.

Las casas, como las vestimentas, adquiere forma y ritmo de quien las habitan… a esta vivienda no le será fácil desapegarse de nuestra energía y a nosotros nos llevará un tiempo adaptarnos al nuevo envase de nuestro diario vivir.


Por mi parte he de agradecerle los momentos que viví en ella, las páginas de los libros que me permitió escribir, las risas, los llantos, el amor en todos sus matices, duelos de diferentes calibres, las flores, los atardeceres, los pájaros, sin olvidar la luna en mi ventana…
de la red


                                   Mónica Ivulich (DR2016Fr)

lunes, 28 de noviembre de 2016

Nuestra imagen en la ventana

A veces miramos de frente una ventana y nos sentimos algo tristes, otras no…
Es que, a veces, las ventanas se vuelven espejos, otras espejismos…
imagen de la red

Y da que pensar cuando “esa” ventana nos devuelve la imagen propia, sea fiel o distorsionada, es una figura que nos retrata o donde proyectamos nuestra impresión de nosotros mismos…

Cómo vemos a la ventana en cuestión, es cómo nos vemos.

Pintamos, adornamos y arreglamos esa ventana, pero nunca estamos conformes… o tal vez fue un estado de ánimo pasajero cuando nos vimos más viejos, feos, sin … ¿Qué deberíamos tener para agradarnos?

Ensayemos la sonrisa diaria, ser amables con nosotros mismos, ser generosos y darnos aquel gustito… actuemos como lo hacemos cuando queremos conquistar a alguien… si, hasta escribamos cartas, notas a “Mí mismo-a”, compremos flores para adornar nuestro cuarto… nuestra ventana… nada es poco para agasajarnos.

Y, sobre todo, no nos faltemos el respeto, no digamos epítetos en contra nuestra. Somos lo mejor que podemos ser, tenemos el físico que indica los hijos que tuvimos o no, los seres que perdimos, las experiencias que nos marcaron y nos configuran.

imagen de la red
La próxima vez que miremos de frente a nuestra ventana… veamos cómo llega y se refleja la luz, puesto que lo más importante de esa ventana, y de nosotros, es la luz… nunca (aunque esté nublado) dejemos de brillar…


Después de hacerlo, a no dudar, nuestra ventana y el reflejo sobre ella será mucho más feliz…

sábado, 19 de noviembre de 2016

Ventanas de Bosnia

A veces la vida está hecha de fragmentos de ilusiones, de coincidencias, de sorpresas… y una se deja llevar de pulsiones que se desconoce de dónde llegan, como siguiendo un argumento que nadie sabe cuándo, dónde, ni quien escribió…
Así fue esta última aventura: Pirámides en Bosnia

Hace unos meses atrás vi un video y se me ocurrió visitarlas, mi hijo no sólo aceptó acompañarme, hizo que los arreglos para alquilar un departamento. Entonces yo tenía el viaje a México y a Madrid planeados y debíamos esperar a que se cumplieran los plazos.

Dos días antes de partir, una amiga de Barce se unió a la aventura, fue algo muy extraño porque esta amiga -Chesca- tiene pánico de viajar en aviones y claustrofobia -peor que la mía- pero, quien sabe por qué mandato del destino, estuvo en Venecia el día antes de partir. Eso implica que compro el ticket, su ropa térmica y armó la valija en un día. Y llegó, temblando sí, pero allí estaba.
Foto de Max desde biblioteca
Al día siguiente nos despertamos a las 6 de la mañana y cargamos el auto. Max condujo por 12 horas, parando para almorzar, cargar gasolina, ir al baño…
Llegamos para cenar y dormir pues a las 8 nos embarcaríamos en la excursión hacia las pirámides que, aún, no están oficialmente reconocidas. Hay información en Google, YouTube, etc., y no necesito poner más aquí. Muchos dicen que es una locura y otros que hay pruebas como paredes, monolitos, etc., que no son naturales y sugieren, dada la edad de éstas, deben haber sido construidas por extraterrestres o una civilización más adelantada que la nuestra.

Mi experiencia: Hay una montaña que aparenta la forma de pirámide y sobre ella, una ruina de lo que pudo ser un fuerte. Quedan unas piedras que debieron ser subidas con mucho esfuerzo o con técnicas desconocidas. Solamente Max y la guía llegaron a la cima pues era empinada y resbaladiza. Chesca y yo volvimos contemplando otras montañas, valles, los colores del otoño…
Hay un túnel que conduce hacia la pirámide que fue rellenado como para ocultarlo y es al que hoy se puede acceder. Dentro hay algunas rarezas dignas de mención: aire como si estuviéramos afuera, humedad, piedras que forman muros y no son naturales, orbes, ausencia de claustrofobia y animales, bastante humedad, energía que se siente más en algunos lugares que otros, monolitos (uno de ellos como una cápsula sellada de manera artificial, que está sobre dos corrientes acuáticas subterráneas, lo cual genera energía).
No es mucho pero bastante. Entonces… ya fuimos pioneros de este descubrimiento: ¿real? ¿timo? El tiempo lo dirá.

Lo siguiente fue una caminata por la ciudad, primero la bellísima biblioteca de Sarajevo que fue incendiada y destruida por la artillería serbia en la guerra de Bosnia-Herzegovina: 1992 y 1996, ahora reconstruida.  
Luego, paseo por unas callecitas comerciales con casas de comidas muy tradicionales donde almorzamos, compramos unos regalitos y seguimos…
tomada en restaurant en ruta Bosnia- Croacia
La ciudad aún no ha curado las heridas de esos casi 5 años bélicos que sufrieron injusta y, según algunas voces que escuché: innecesariamente, las paredes muestran agujeros de balas, hay cementerios que ocuparon lo que eran parques infantiles ante la urgencia de enterrar tantos cadáveres en poco tiempo.

Los paisajes son maravillosos; los quesos, la comida, las telas, los suvenires, el río… todo es bello mas lo mejor es su gente: amable cordial, suave, sonriente.
Y volvimos… pulmones llenos, corazón henchido, piernas cansadas y una sensación de misión -desconocida- cumplida.

Antes de salir de Bosnia nos paramos para un apetitoso almuerzo, sentados frente al fuego y sonriendo por nuestra locura casi epopeya. Y encontré la ventana inspiradora.

Al día siguiente, cuando despertamos en casa de mi hijo nos pareció extraño no sentir dolores ni molestias lógicas después de un viaje tan prolongado en auto, subida a la montaña-pirámide, caminata, vuelta por auto…


Juzguen ustedes… yo miro por las ventanas de Bosnia y siento un bienestar diferente e inexplicable. 
Desde la ventana -donde nos alojamos- al río

viernes, 4 de noviembre de 2016

VENTANA LEJANA


Me asomo, desde lejos, a tu ventana azul…

El vidrio refleja el exterior, un sol pálido de inicio de otoño lo hace opaco, oscuro.

Huele bien tu ventana, rodeada de verdes hiedras y con lavandas en su alféizar.

Me siento ajena, de otro mundo…
Hace mucho, esos mundos coincidieron antes de chocar y despedirse.

Me gusta tu ventana y deseo que, por dentro, también haya un ambiente tranquilo verde y azul.

Quieta, bella, casi indiferente se queda la ventana lejana… sonrío y saludo al vacío de una quimera final. En mis ojos ventaneros se perfilan estrellas.


                             Mónica Ivulich, D.R.2016Md.
Foto CH Alma

lunes, 5 de septiembre de 2016

VENTANAS de QUERÉTARO

Ha llegado la hora de reconocerlo, mi mente funciona más rápido que mi cuerpo… las caídas, los golpes, ya sean físicos o psíquicos van minando la energía y las posibilidades concretas.
Imagen de la red
Problemas óseos hacen mis pasos lentos, yo era la que hacía correr a mis hijos y a quien osara seguirme, mas hoy debo pedir que me esperen.
Pero esto no detiene a mi mente ni mi ilusión, no paro de proyectar actividades y viajes… lento, pero llega, decía la canción, pues así voy, como la tortuga, sí.
Y el pueblo de México me verá llegar, desde el colorido de sus ventanas oleré su pan y ellos me recibirán como siempre lo han hecho: con brazos abiertos, sonrisa amplia, corazones limpios.
Vuelvo a México, a mis amigas y a sus calles amplias o callecitas de ensueño. Vuelvo a México a cumplir el sueño de visitar su pirámide, no podré subir mucho, pero la energía milenaria me llegará sin duda. Voy a compartir con su gente, con sus niños y a renovar mis sentimientos y vibraciones. Voy a regalar ilusiones para hacerlas florecer un día.
Las ventanas de Querétaro, Huimilpan, San Miguel Allende… me verán pasar y nos regalaremos un guiño cómplice, amigo, hermanado.

Gracias por recibirme amigas -os de México lindo.

jueves, 25 de agosto de 2016

Ventana italiana

Foto propia 2015 - SanDrigo
Hoy abro mi ventana italiana por dos razones.

La primera es por la razón que todos lo han hecho, una tremenda desgracia para las víctimas del terremoto y la destrucción de viviendas que se han derrumbado.
Lamentable, doloroso, inevitable según parece.
Allí van mis sentimientos de solidaridad.

La segunda para homenajear a quien vive en Italia: al hombre que fue mi niño de flequillo, mi niño delgadito y siempre sonriente, el adolescente y joven que me sostuvo en las malas, que compartió en las buenas, al hombre con quien nos admiramos mutuamente, al compañero y compinche de siempre, al padre dedicado de cuatro de mis nietos, al hermano de mi hija tenazmente a mano.
Que sea siempre exitoso y buena persona como hasta ahora, con su energía más que positiva, con su amor por la vida y por la gente, con su carácter entusiasta y su sonrisa como bandera.
¡Feliz cumple mi bello hijo!
Foto propia 2015 - Venecia

jueves, 18 de agosto de 2016

Ventana con lluvia retrospectiva


Llueve en mi ventana y miro tras el cristal, bebiendo té
Algo también llueve en mi pecho, suave como garúa (*)
miro las nubes grises como mi pelo y sonrío a mi reflejo
un buen momento para recapitular, intento organizar:

Llegando a la adolescencia sentí un impulso místico
“se hará monja” decían las voces y pensé que eso sería
Me alejé de las religiones cuando no hallé respuestas
y, también, por las hormonas que imponen sus órdenes

Luego, se me antojó lo mejor, bregar por la igualdad
por los derechos de todos a recibir sano alimento
tener dignidad, un techo y acceder a una educación
Cuando en una reunión dijeron: “tomen las armas”
sonó una alarma en mi conciencia inmadura…
no era esa la manera de concretar un fin elevado .

Los ideales quedaron atrás después de las decepciones
y llegando mis niños no me dediqué más que a filosofar
a cargar biberones, trabajar y a jugar con mis pequeños:
una etapa bien vivida que me regaló ternura y madurez

Decidí cambiar el Sur por el Norte a ver si encontraba paz
en un país desconocido, no amado, al que iba por descarte
y, después de todo, me dio estabilidad económica, amistad,
allí encontré la espiritualidad que no sabía estaba buscando
Extraño ha de parecer en un país tan metálico, más allí fue,
donde lo supe: si quieres cambios, tu actitud has de cambiar.

Crucé el océano hasta que me quedé, aquí, del otro lado
sabiendo que los ideales son papeles que vuelan con el viento
ideología no implica experiencia ni saber, solo se quiere poder
por no poder entrar en razón, por buscar medios para su afán.
Pero de última ni el pobre se beneficia ni el obrero se libera y
el mundo sigue girando en base a números no a corazones.

Miro hacia el pasado, mientras miro llover, buscando sentidos
reviso mi historia y hallo tantos altibajos, aciertos, errores y
pregunto cuántas vidas he de tener para dar fin a lecciones.
Que para templanza he tenido dolores de muchos calibres
las pérdidas no fueron pocas y aún no aprendo, no crezco.
Será por la retribución de agraciada familia, de amistades.

Cosa de vieja mirar para atrás si puedes disfrutar el presente,
La lección requiere esfuerzo: no juzgar, ser incondicional… es
tal vez, el mensaje de la lluvia dando humildemente su ofrenda
sin contar las gotas ni contemplar resultados, sabio chubasco
a veces rocío, diluvio o chaparrón, siempre cae vertical. Hoy
cerraré mi ventana agradeciendo por igual llueva o haga sol.

(*) llovizna

Mónica Ivulich. DR2016Fr
Foto propia: Madrid 2015


miércoles, 3 de agosto de 2016

Brisa de inspiración en mi ventana

Bien dicen que la vida de un escritor es solitaria. La mayoría de escritores que han tenido familia tuvieron que recluirse en librerías, estudios, la noche mientras todos duermen, incluso bares donde el ruido monótono no perturba la inspiración.
Claro que cuando hay un impulso muy grande la mente provoca un vacío que deja fuera todo movimiento y sonido.
Mi familia no es ruidosa, las niñas no gritan dentro de la casa, ni la televisión o música van a atronar nuestros oídos. De todas maneras, el movimiento lógico de una casa distrae.
V de Gaudi en Colonia Wells
Eso se hace notorio cuando el nivel de mi inspiración cae. No es que mi inspiración desaparezca cuando hay gente. Hay otros motivos. Por ejemplo, cuando he de organizar un viaje y, si este es largo, más aún. Esto me pasa ahora.
 Es el momento en que sé debo buscar otras ventanas para mirar a mi interior. Planeo un viaje a México con pirámides, mini turismo, reunión con amigas, presentaciones de mis libros, charlas, visitas a entidades, retiro en un paisaje rural sin internet y quién sabe qué más me tiene preparado el destino de mano de Paula Deborah, mi anfitriona. Debo coordinar fechas, etc…
Mi ventana es prometedora, inquietante… dicen que para los viajeros cada viaje es como una droga, se convierte en un hábito. Tal vez sea así, pero, sobre todo, el ansia de conocer gente, monumentos y sus misterios, culturas, costumbres.

Viajar es abrir esa ventana inspiradora con brisas que renuevan y limpian el corazón haciéndolo liviano, rejuveneciéndolo… ¡Órale México lindo, en septiembre nos encontramos! 

jueves, 28 de julio de 2016

Ventana canina

Salgo a caminar con Lucy (la mascota canina de la casa) y, como siempre, miro ventanas, sueño historias, recuerdo sonrisas caducas, imagino futuros
De la red
como copos de azúcar…
Hoy no vamos al bosque sino al mercadito de la zona. Casi todos se han ido de vacaciones y habrá pocos puestos, pero es un cambio de rutina…

De pronto, me doy cuenta que Lucy no ha tomado el camino habitual hacia el bosque, ha seguido recto hacia la calle que nos lleva al mercado. ¿Es que me lee la mente? Viviendo en casa de brujas no me sorprendería…

Lucy es la amiga de todos en el barrio, cuando pasa, la gente y los perros la saludan. Quien la ve caminar tan ufana piensa que siempre fue así de feliz. Pero ella, como muchas de nosotras sufrió abuso, maltrato. De hecho, la encontraron golpeada y abandonada en el bosque. Tan golpeada que tiene un ojo con visión disminuida debido a uno de esos palazos.

La providencia quiso que yo impusiera tener un gato en la casa y así llegó Katy, cuando fuimos a vacunarla, registrarla etc., mi hija vio unos perritos diminutos y dijo que quería uno pero que su esposo no lo aceptaría, además eran caros. Entonces la secretaria del veterinario le ofreció a Lucy, le contó la triste historia y mi hija se compadeció de ella.

Así llegó esta mascota a casa, casi traída por las circunstancias y la gata, a la sazón un montón de pelo, huraña, que nos bufaba cuando nos veía y hoy una ternura peluda que le encanta estar en el jardín. El caso es que mi yerno también se enamoró de ella y todos los que la conocen adoran su ternura. Congenió con las nenas, conmigo (que no es fácil) y con la gata. Por las mañanas Lucy sabe cuándo Katy está esperando su comida y nos lleva hacia ella.

Pensando todo esto he llegado al mercadito, Lucy se sienta, obediente, para que le ponga su correa y la ate antes de entrar.
Creo que es una perra fantástica, amigas mías que la han conocido me preguntan por ella. Por eso, por ser nuestra guardiana, por ser parte de nuestra familia, Lucy se merece mi agradecimiento por estar tan integrada, mi amor a pesar de mis primeras resistencias, mi respeto cuando veo su tolerancia con los niños y mi admiración cuando hace gala de sus habilidades.  


Lucy 2015
Por todo eso es que le dedico esta ventana canina mientras ella me mira, recostada cerca de mis pies.
Mónica Ivulich
DR2016Fr

jueves, 21 de julio de 2016

VENTANAS DE PARÍS... OLALÁ

foto propia 2016
Hoy camino más lento que en el ayer, he cambiado metros por buses y pasear por una ciudad es un esfuerzo dada mi mala columna. Pero, lo sigo disfrutando, sobre todo si voy con alguien a quien me une el amor.

En este caso nos une el amor filial y el amor por París. Mi hija debe asistir a una reunión y la acompaño. 

Luego, le digo que quiero conozca la librería más antigua de libros en inglés que hay en Francia. La misma cambió de dueños, domicilio y hasta de nombre muchas veces desde 1919, cuando una norteamericana, después de vivir casi 20 años en París, vio que hacía falta un establecimiento con libros para lectores en inglés.

Pero, es más que una librería. El ambiente es cálido y con algo de bohemia intelectual. Centro cultural, biblioteca de usados, Sylvia Beach, su directora
foto propia 2016
en 1919, publicó Ulises cuando aun estaba prohibido y luego (1951) George Whitman lo convierte -además- en albergue temporario para quien lo necesite por una semana a cambio de ayuda en el negocio.


La historia es larguísima y el lugar sigue rezumando poesía, historia y amor por los libros. Nuestra visita de poco más de una hora bastó para que mi hija encontrara libros  para sus nenas y yo para mi hija…

Luego, dejando atrás hilachas de romanticismo y algo de melancolía, muy satisfechas por la visita, decidimos tener un almuerzo frugal a orillas del Sena, paseo frente a Notre Dame, sólo por fuera (muchos turistas haciendo cola), algunas ventanas en mi cámara… el sol en nuestras cabezas y el agradecimiento por un día especial.

Es que mirar por una ventana de París me llena de un sentimiento como de "volver" a donde fui feliz en ´otro momento´y que no sé explicar.

foto propia 2016
Mónica Ivulich. 
DR 2016Fr.

jueves, 14 de julio de 2016

Champs Elysées en mi ventana

Cada vez que voy a París me enamoro de la ciudad, una y otra vez. Creo que por eso no voy más a menudo, para evitar sobrecargarme, para deleitarme de a poco, descubrir nuevos lugarcitos, respirar sus olores y tomar sus colores en mi retina y mi lado estético del espíritu. La tengo a 20 min. por tren, pero voy cada tanto.
Ayer fue uno de esos días y para hacer mis trámites; que ser leona de dos mundos lleva sus trabajos, en fin.  J
Imagen de la red

El caso es que acomodé mi humor para esperar, para tratar con gente de plástico, robótica y salí temprano. Después de llegar en bus a la primer misión quise disfrutar de este medio de transporte el resto del día por lo que eliminé de mi mente los metros (subterráneos). Mi yerno me ayudó con los itinerarios y el clima soleado, fresco, presagiaba lo mejor.

Me encantó el paseo. Antes de la segunda cita tenía tiempo de sobra por lo que paseé frente a L´Opera área que me fascina y, cuando empezaba a tener hambre, apareció una pizzería americana, que es de la mejor en Francia (para mi) y allí fui. (Yammi o sea: riiiica).

La segunda cita fue más larga y un tanto estresante, súmese a esto que, mientras comía, llovió y quedó cierta humedad que uno absorbe en la piel y por la ropa para luego entrar en un recinto con poderoso aire acondicionado y sentir que se enfría de más… conclusión dolor de espalda para mí.

Aun así, al finalizar el tedioso trámite (hacer firmar al notario unos papeles que nunca terminaban de estar como le parecía que debían ser presentados) salí cansada y algo molesta, pero había cumplido la misión y quería caminar un poco por Champs Elysées. Pensé que recordar a Zaz era simpático y ayudaba a mejorar mi humor… y así fue.  (https://youtu.be/ObeDLFcceJ0)
Imagen de la red


Por toda consecuencia: una pastilla para el dolor y descanso recomendado. Oh París! Olalá… París bien vale un dolorsito…

jueves, 7 de julio de 2016

Mariposas por la ventana



Mientras leo… me sorprende la noche, en verano una no se da cuenta, hay luz y no sé por qué, pero hoy no tengo hambre. Comeré sólo un bocadito para no ir sin nada a la cama, ya.

Luego lavarse, cepillado de los dientes, calzarse el camisón (o no, hace calor y estoy sola) y leer un poco más antes que llegue el sueño.

Imagen de la red
¡Vaya! lo que llegan son esas mariposas que revolotean por el estómago... ¡qué molestas! ¿estaré soñando que me enamoré? pero, ¡si estoy despierta!

¡Oh no! es que ¡ahora llegó el apetito! Y. con él, un dilema: ¿Bajar a la cocina, ensuciar enseres, calentar comida y luego volver a guardar, a cepillarse dientes o aguantar hasta mañana?

No ¡no y no..! engaño al estómago diciéndole que es sed y, también, restos de un amor del pasado...

Que las mariposas vuelen por mi ventana y ¡a soñar que estoy en el restaurante! ...
¡Buenas noches mariposas!

Mónica Ivulich
DR2016Fr