miércoles, 3 de diciembre de 2014

Ventana italiana

Tomada en Italia, 2013


Terminaré el año en ‘La bella Italia” pero, me daría lo mismo que fuera en cualquier parte, con tal de volver a ver a mi hijo que estuvo en Irak, Kuwait e Irak otra vez y deberá pasar unos meses más allí.  Él se muere por ver a sus hijos y yo a él. Además los hermanos (mis hijos) y mis nietos estarán juntos otra vez.
A esta altura de mi vida los miro desde un costado, no quiero intervenir en sus vidas, no sólo porque no corresponde sino porque deben entender que yo voy saliendo del cuadro familiar y no voy a pretender estar presente todo el tiempo que me queda más allá de lo imprescindible.  
La vida tiene sus ciclos, el mío está en el momento de aceptar lo que existe, disfrutarlo des – apegadamente. Ser abuela tiene la ventaja de que ya no se hacen esfuerzos extras, vivir es suficiente.
Recuerdo cuando llamaba a mi madre preguntándole como estaba, su respuesta era siempre: ‘acá estamos” y yo  decía: “estás que ¡ya es bueno!” Se reía, lo cual era mi intención y le escuchaba sus novedades y sus quejas… yo prefiero no rezongar, porque ya que una no es joven ni guapa, al menos tener buen humor, dejar buena impresión, y como dicen: por cuatro días locos que vamos a vivir…
En realidad cada vez que mis nietos hablan conmigo no me preguntan ‘como estoy’ sino ¿Dónde estoy?
El caso es que toda la familia, o casi, cenaremos en Italia ¡una felicidad bella!!!
También, me verán los médicos y espero que me arreglen la rodilla que me duele, pues aunque no quiero correr, aún tengo ganas de andar mundo, recorrer.
Así que volveré a mirar por las ventanas italianas, tan bonitas, tan alegres, tan musicales… es que las ventanas del mundo se especializan o caracterizan por diferentes cosas… las españolas por los sabores que se adivinan cuando se huelen sus comidas, las italianas por sus canzonetas y voces variadas de conversaciones entrecruzadas, las francesas por aromas a perfumes, las americanas por el ruido y luces desde el televisor… un sinfín de detalles de ventanas de diferentes lugares que forman parte de mis experiencias.
Este fin de año serán las de Véneto, cerca estará Venecia y, en mi mente bailoteará una ventana muy especial, la de Barcelona y la ternura de su gente, allí presentaré el libro antes de llegar a Italia…
La vida me da ventanas amistosas y agradables, y cuando no, simplemente las cierro o no miro hacia ni por ellas, que si no me dieron mucha belleza al menos debo ser un poco lista.
Tomada en Italia, 2013
Esto es lo que tengo de cortina en mi ventana de Francia y muchas más cosas… que cuando no planeo yo, lo hace la vida por mí.
Vamos a calentar el invierno que viene de una inclemencia y un frío… yo, por empezar ya tengo proyectos para varios meses… y compré macetas con flores… las nenas adornaron el árbol y mi hija esta con tema regalos… es un buen empezar para terminar el 2014… que lo pasen lo mejor posible dentro del estilo de cada uno… y aunque el dinero no sobre, que sea con ¡muchos ánimos!

2 comentarios:

  1. Tu vida es bella porque tú eres bella. Francia, Italia, Barcelona, Nueva York, todas las ventadas desde donde miras son vigías de tus ojos, y tienen el color de tu alma.

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