martes, 6 de agosto de 2013

Esperar en la ventana-balcon

Anochece en mi ventana... está fresco... pero imagino acodarme en el rellano de aquel... balcón y esperar...
Esperar tiene esa contrapartida de una despedida, una ausencia anterior y un ahora que llegará.
Transcurrió un día hermoso con mis nietos en Paris y en un pedacito argentino, el consulado.
Pasear y comer, lo dicho, de profesión: turista.
Al llegar corregir un texto y subirlo a mi blog fue una forma de terminar el día con algo más.
Pero entonces mi amiguita me cuenta que tiene su libro en la librería... un hijito que ya camina sin su mamá... ¡que alegría!
Es que a mi vida se le acabó la capacidad de penurias...

¡Que tengan una noche muy pacifica preparatoria de un día feliz!

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