Últimos rayos de sol y el viento se calmó... he caminado, con muchas
molestias, pero me he alegrado de superarlas y llegar a casa, cansada,
transpirada, contenta.
El viento -que suele ser molesto- hoy me ayudó a refrescarme cuando sudaba,
a empujarme cuando me cansaba. Disfruté de una tarde bonita, con una soledad
llena de voces amigas, me llevé los comentarios de la mañana en mi cabeza...
aunque tenía que sentarme de a ratos, el entorno era pacíficamente verde y me agradó
contemplarlo, sin apuros ni más deseo que el de estar allí en ese momento.
Al entrar a la casa tuve una irrupción
de estornudos... y todavía me pregunto si ¿tengo alergia, resfrío o baja de
azúcar...?
Lo que sea pasará pronto pues no le doy cabida en mi mente y con otra
caminata en la que transpire y luego descansar, todo estará bien: ¡decretado!
Que no es serio ni grave, hay cosas
que sí lo son, por las que no podemos más que llorar y aceptar... y ¡aun así
duelen!
Es la hora de dormir dejemos todo de lado para ir al mundo de la magia,
donde los anhelos se hacen realidad y las penas se disuelven...
Que tengan ¡MUY BUENAS NOCHES!!!!
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