La luna está en mi
ventana, enorme, brillante, viajera, preciosa.
Me trae insomnio,
aunque es un insomnio creativo y bello.
Una luna de solsticio
-aquí de verano y acullá de invierno- pero muy especial desde donde se mire...
las hechiceras cantan y dan gracias, los yoguis se conectan con paz en sus
mentes, hay unión en el ambiente.
Hoy mi octavo nieto: Maxx -junior- Filipp
alcanzo los 2 años de edad... regalos, salida a comer, torta... es lo normal.
Pero, no... de normal
nada! pues menudo escandalo cuando mi nuera se dio cuenta de que mi hijo había
arrojado, sin intención, todos los regalos ¡a la basura de reciclaje comunal...!
Por unos minutos el
desastre explotó, la frustración se hizo dueña de la situación... hasta que le
dijo:- "estas eligiendo la bronca y no el final feliz... ¡vamos a comprar
otro regalo!"
Entonces me di real cuenta del hombre maduro
que tengo por hijo y nos fuimos a buscar el regalo y a cenar todos juntos.
Es maduro y despistado,
entiéndase... ¡cómo arrojar regalos confundiéndolos con basura!!! Jajajaja
Para mí el regalo vino
de mano e inspiración de Mabel Escribano quien me dedicó, junto a otra amiga
que perdió su hija y -me imagino- a todos/as quienes tengan esta horrorosa
experiencia- un poema magistral que encontraran mas abajo con permiso de Mabel.
¡Disfruten la hermosa super luna! ¡BUENAS
NOCHES!
(aqui va el poema)
LLORANDOME
Buscando tu mirada he llegado
donde el mundo pierde las alas
los árboles no recuerdan las hojas
... el agua no toca la tierra
y ésta, ignora que es fértil.
La melancolía
ha dado paso a la tristeza
que se ha abrazado a mi pecho
mamándome la alegría.
Buscando tu mirada
he visto la calavera del Ave Fénix
que no pudo resurgir de sus cenizas
quedando clavado en las brasas
de su propio amor, olvidando
el de quien le amaba.
No he podido saltar el abismo
que separa el volcán de la vida
del iceberg de la muerte.
Mirando la inmensa sima
he caído de rodillas
impotente y frágil
sin poder hacer otra cosa
que llorarte, llorándome.
Buscando tu mirada he llegado
donde el mundo pierde las alas
los árboles no recuerdan las hojas
... el agua no toca la tierra
y ésta, ignora que es fértil.
La melancolía
ha dado paso a la tristeza
que se ha abrazado a mi pecho
mamándome la alegría.
Buscando tu mirada
he visto la calavera del Ave Fénix
que no pudo resurgir de sus cenizas
quedando clavado en las brasas
de su propio amor, olvidando
el de quien le amaba.
No he podido saltar el abismo
que separa el volcán de la vida
del iceberg de la muerte.
Mirando la inmensa sima
he caído de rodillas
impotente y frágil
sin poder hacer otra cosa
que llorarte, llorándome.
Mabel Escribano Usero (derecchos reservados)
No hay comentarios:
Publicar un comentario