El poe, un 'okupa' que conocí
y respete, el poeta de NY y la casa de paraguas se convirtió en un tradición de
NY,
Me recuerda cuando nos recibía
en su programa cultural en una radio de Queens NY, cuando me envió su último
libro a Oxford, cuando coleccionaba paraguas y/o sombrillas y luego todos los
amigos se reunían a pintarlas. Cuando lo conocí en una exposición de su poesía…
había videos y el recitaba personalmente, con humildad y solvencia. Su
convalecencia y su desaparición. Ahora, su esposa continua la obra y no solo
coloca las sombrillas cada año, sino que hace eventos en la terraza del
edificio. ¡Hay gente linda en NY!
Tu regazo
Tu regazo
En tu regazo, el cielo
Allí no tengo miedos
Soy un infante a salvo
De los miedos que da el mundo.
En tu regazo –sin el animal en fuego-
No tengo armas, ni rabias
A veces algún llanto para limpiar el alma.
En tu regazo se oye tu voz sin nombrar
El eco primero antes de la mágica palabra
El sentir innato del sexto sentido.
En tu regazo mis secretos se entregan
Mis silencios se guarnecen de tormentas
Y cuando a tu regazo llego
Eres la otra parte de mujer
Que no es la amante ni el deseo.
Tu regazo que es más seguro que mi propio techo
Es altar donde guardo mis secretos
Lo no confiado a nadie más.
Tu regazo mujer
Esa parte que no miran los hombres
Y que no saben es mi riqueza en ti
Tanto como tu boca, tus senos,
Tus caderas apretadas y latinas.
No miran, no saben
Ellos miran el deseo
Ricardo Leon Peña-Villa
En tu regazo, el cielo
Allí no tengo miedos
Soy un infante a salvo
De los miedos que da el mundo.
En tu regazo –sin el animal en fuego-
No tengo armas, ni rabias
A veces algún llanto para limpiar el alma.
En tu regazo se oye tu voz sin nombrar
El eco primero antes de la mágica palabra
El sentir innato del sexto sentido.
En tu regazo mis secretos se entregan
Mis silencios se guarnecen de tormentas
Y cuando a tu regazo llego
Eres la otra parte de mujer
Que no es la amante ni el deseo.
Tu regazo que es más seguro que mi propio techo
Es altar donde guardo mis secretos
Lo no confiado a nadie más.
Tu regazo mujer
Esa parte que no miran los hombres
Y que no saben es mi riqueza en ti
Tanto como tu boca, tus senos,
Tus caderas apretadas y latinas.
No miran, no saben
Ellos miran el deseo
Ricardo Leon Peña-Villa
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