domingo, 21 de julio de 2013

Paz en mi ventana

Al oscurecerse el día, uno tiende a hacer un recuento de lo hecho... no me ha quedado nada sin hacer y he tenido variedad de actividades: estar con los nenes de mi hijo, hablar con amigas, colaborar en el nuevo evento LAIA, con el Certamen, escribir y reescribir, aumentar el blog literario, transpirar mucho... hace calor, cuando el balance viene con tranquilidad, sin pendientes y con sonrisas... yo considero que estoy en PAZ y así me quiero dormir.
 
 Así quiero despedirme del mundo, ¡noooo todavía! pero así, con el equilibrio de mis sentimientos y mis tareas cumplidas...
 Claro que si hay una buena noticia, aunque no sea personal, algo bueno le pasa a alguien querido, algo que da ganas de festejar y reír y la felicidad te colma... eso es llegar a un Paraíso: ese sentimiento compartido que se parece a una fiesta, a tocar el cielo con las manos... entonces me alegro de terminar la jornada porque mañana no será solo un buen día, será el día en que me despierte con esperanza renovada y cada cosa que haga tendrá este color de amor incondicional que da paz y felicidad.

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