jueves, 8 de enero de 2015

PENSAMIENTOS EN MI VENTANA


Imagen de la red

El pensamiento es una energía que une mi interior con lo materializado. Lo quiero concebir como un hilo conector, un hilillo lumínico que va donde se dirige mi intención.
Cuando pienso en alguien tengo esa persona frente a mí, lo mismo: si es un lugar tengo ese paisaje a mi alrededor, etc.
Mis pensamientos basados en lo que escucho, leo, veo, imagino, etc. forman mis creencias. Ese total de creencias es lo que me ‘predestina’ hacia un futuro.
Por eso trato de pensar muy bien que es lo que deseo y dirigir mis reflexiones en consecuencia.
Incluso, que es lo que aspiro después de mi desaparición física. Estoy segura que mi pensamiento me guiará hacia un ‘lugar’ visualizado por mí, así es que deseo planearme ese destino incluyendo la gente que quiero encontrar allí.
La mente es una ventana a la que hay que domar y mimar al mismo tiempo, la trato con consideración y paciencia, pero haciéndole saber quién la guía. Le pongo flores, las riego y corto las malezas que quieran irrumpir, aunque siempre llega alguna hierba entrometida e indeseable a la que debo convencer de que esa no es la ventana que le conviene y la invito –gentilmente- a abandonar mi mente.
No es un trabajo fácil, se debe estar en alerta constante y no dejarse agobiar. De todas las ventanas posibles, la mental es la más complicada de mantener limpia y cuidada. En ese trabajo me paso gran parte de mi tiempo ventanero, pues estoy segura de que me dará buen resultado. Y sigo regando mis pensamientos hasta abrir otra ventana…

No hay comentarios:

Publicar un comentario