martes, 24 de junio de 2014

Noche de petardos



Hoy me siento cansada y alegre. La noche de San Juan con sus verbenas, petardos, hogueras y cánticos duran toda la noche hasta el amanecer.
Como ventana de Barcelona puedo mirar todo en un intento de entender un país que llevo en mi ADN y mi corazón.
La ciudad se despierta tarde, tiene resaca, exceso de comida y bebida, los negocios están cerrados y muchas ventanas también. Los habitantes se han ido para aprovechar el puente o fin de semana largo.

Después del medio día comienzan a escucharse petardos otra vez. Los perros caminan con el rabo entre las piernas. Me dan pena sus pobres oídos, tan sensibles.
Seguramente los médicos de Urgencias han trabajado más que otros días, pues cada año se queman muchas personas de toda edad por causa de la pirotecnia.
Pero, en general la ciudad se siente feliz. Es una fiesta importante y han quemado las cosas viejas, lo cual les posibilita tener nuevas pertenencias. Es una buena a práctica, me gusta especialmente quienes lo ejercitan de forma espiritual: quemar las experiencias viejas, negativas para adquirir nuevas, positivas.
Para la mayoría, es un día para estar en familia o con amigos y para descansar. Eso voy a hacer, descansaré, aprovechando que la siesta es más silenciosa y respetada por muchos.
La ventana se empieza a cerrar y, para dormirse, lee: Hoy me siento cansada y alegre. La noche de San Juan con sus verbenas, petardos, hogueras y cánticos…

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