"Mañana será otro día.”

¡Es un día de sol radiante!!! Comencé con pesadillas diurnas, pero, ayer mis nietas llegaron de su viaje con la escuela y quería compartir con ellas. Aparecieron vestidas con las camisetas nuevas, riendo y contándome al mismo tiempo sus aventuras para cazar una lagartija, las postales compradas y recuerdos traídos, los paseos y anécdotas...

Si tenía ganas de estar de humor pesado, se me fue diluyendo. De todas maneras, debía atender a mi malestar. Sentía que alguien en quien depositara mi amistad, a quien di mi tiempo y buenas intenciones, me reprochaba algo injustamente, como es exigir una determinada acción o actitud cuando la amistad es incondicional por definición. Al menos eso entiendo yo.

Me dolió, porque -de persistir en esta actitud- iba a tener que soltar esa relación. Así que se la dejé al Universo y le envié  mi amor ilimitado, sin condiciones ni cláusulas en letra pequeña.

Imagen de la red

 Fui a almorzar, mi hija estaba limpiando el patio de hojas secas y cortando el pasto. Yo me senté a comer algo ligero y mi yerno se puso a cocinar para el almuerzo de las nenas… entonces vi que mi padre tenía razón: en mi familia las cosas son más torcidas que derechas. Eso lo pensó él cuando llamó a mi mami para que me viera hacer el pastón con cemento, cal y arena, (con el que iba a hacer un sendero en el jardín) y mi madre llegó desde la cocina, mi hermano la seguía detrás con un recipiente de verduras que estaba pelando. Fue entonces cuando papá, mirándonos a los dos, dijo la frase (ya famosa entre nosotros): -“A nosotros nada nos sale derecho…”

Nos reímos con mi hija y eso relaja bastante… así que me dediqué a mis tulipanes, a escribir, a hablar con amigas de NY, mientras mis nietas fueron al parque a patinar. Al volver, Z (de 5) corrió hasta donde yo estaba exclamando: “¡Abu! un chico está enamorado de mi…” No hay caso, en mi mundo ¡el mal humor tiene patas cortas!!

Abriré mi ventana de tulipanes y, seguramente, todo se verá mejor con un nuevo día… como diría la traviesa Scarlett O’Hara a través de Vivien Leigh (Lo que el viento se llevó) “Después de todo, mañana será otro día.”