Cada
latido tiene toda la importancia del mundo, es un segundo tras otro que implica
que tu vida sigue con la intensidad que le quieras dar. Es un momento especial
en este lugar del Universo.
He decidido disfrutarlo sin recordar palabras ácidas, miradas mal intencionadas, gestos desairados. No hay ningún motivo para
no ser feliz si es lo que me propongo.
Y lo decreto aquí y ahora. Respirando a
todo pulmón y gozando toda la luz interna y externa que pueda. Agradeciendo la
mano amiga, el abrazo de mi familia, las palabras de quien me aprecia.
Abro la ventana para saludar la vida desde
Sandrigo.
Bongiorno!!!
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