Iré este miércoles a París, en 20 min. de tren llego a la Ciudad de las luces, me abrigaré para caminar y llegar a ese edificio donde hay un poquito del país donde nací y haré los trámites obligados.
Cada
vez que voy a París me llega una cierta alegría, recuerdo muchos paseos agradables
con mi familia y con amigos.
Pero,
sobre todo me seduce pensar que por allí pasaron tantos personajes…
Un
pintor entre otros: Toulouse Lautrec.
Pero
sin olvidar a Chagall, Modigliani, Léger, Soutine, Miró, Degas, Matisse,
Kandinski, Picaso, el compositor Stravinsky
Una
librería con la que soñé 30 años atrás, sin conocerla y que es una leyenda en
la ciudad y en el mundo de muchos literatos: Shakespeare & Company, un sueño
que no pude olvidar.
Tantos
cantantes que me ilusionaron en la juventud: Charles Aznavour, Silvie Vartan
(que no es francesa) y, sobretodo: Edith Piaf.
Y
los cineastas tan maravillosos, actrices como Catherine Deneuve, hermosísima, y
tantas más… actores como Gerard Depardieu
Pero
lo mío es recordar escritores, como Hemingway, Jean-Paul Sartre y Simone de
Beauvoir, Henry Miller, Oscar Wilde, entre otros… pero uno especial para mí:
Julio Cortázar.
Tanta
cultura con la que crecí y la que admiré, desde pequeña.
Hacer
trámites es tedioso, pero hacerlos en una ciudad hacia la que miré desde que
tengo uso de razón (si lo tengo), es muy placentero. Casi lo agradezco.
Y
abro una ventana palaciega (con sus ruinas y realezas) para entrar en la luz de mi mente como en un canal
hacia mi formación estética, ética, filosófica, literaria... que no será la más culta ni elevada, pero es
de donde vengo y donde disfruto...
No hay comentarios:
Publicar un comentario