Eran
las dos de la madrugada y yo bobeando con una amiga, planeando absurdos...
desveladas de luna llena... ella en España y yo en Francia, jugábamos a tomar
la ruta por nuestra cuenta y desafiar nuestras fobias.
Reíamos
de tal manera que nos olvidamos de la hora... fue cuando la noticia nos frenó
la fantasía.
La
muerte de un poeta es como la muerte de un hada.
La
muerte de un poeta cercena la divinidad de los humanos.
Nacerán
muchos escritores, lo sé... porque cada poesía es semilla iluminada.
Pero
también murió un hombre comprometido por el dolor y la injusticia.
Una
voz contra la tiranía se apagó, dejando una cicatriz en la conciencia.
Nacerán
muchos combatientes más, lo sé. Su ejemplo es semilla e inspiración.
La
ventana de hoy no puede ser alegre, pero si esperanzada de que su luz llegue a
la inteligencia de todos nosotros, habitantes de la Noche y del Caos.
Celebro
tu vida poeta del alma, admirado Juan Gelman.
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