Mi ventana se entristece al despedir a Mabelle, una amiga
que se hizo parte de la familia en esta corta estadía. Dejó su nariz payasesca
para que siga haciendo reír a mis nietas, dejó plantas nuevas en el jardín, dejó
caricias en mi gata y mi perra, abrazos en todos nosotros, anécdotas por
doquier, poesías tan suyas, sonrisas y la voluntad de regalarnos lo mejor de
ella.
Mabel está tomando su avión a Barcelona y se lleva
nuestro amor y
amistad, los desayunos y almuerzos bajo el castaño, largas
caminatas, aventuras, nuevas anécdotas, muchas risas y también el compartir penurias,
intimidades de otros tiempos y las de hoy... toda la ternura que pudimos darle.
De vez en cuando, se produce ese milagro de la amistad
verdadera, cuando uno creía que todo estaba completo en este terreno, algo
nuevo surge y nos regala ese sentimiento renovado y confiamos, otra vez...
Gracias Isabel por esta bella ventana de tu pintor preferido.
Quien no crea en la amistad y menos en que pueda surgir
en una u otra red cibernética, juro que está equivocado/a...
Mi corazón se regocija y ensancha para acomodar a mi
nueva amiga del alma.
Imagen: Vicente Romero (regalada por Isabel Mendieta
Muchas gracias a ti a tu amorosa familia que me ha abierto su casa y sus brazos, a Lucy y Caty, tan amorosas las dos, y a ti, por brindarme tu amistad tu afecto y confianza. Yo creo en ella me honras con la tuya. Muchas gracias
ResponderEliminarLas puertas de la casa estan abiertas para ti y tu amistad, mis ventas buscan verte aparecer nuevamente.
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