miércoles, 4 de septiembre de 2013

Ciao!

¡Ciao!!!
Hoy mi ventana se abre en Vicenza, Italia.
Mi hijo me pidió lo acompañe en estos días en que debe arreglar su nueva casa, donde su trabajo lo traslado.
Llegamos, con mi nieto, ayer por la noche. Cansados, hambrientos… pero bien. La recompensa fue un plato de ñoquis italianos de verdad y hechos por manos italianas.

Apenas si vimos el camino y un poquito de la ciudad.
Es una realidad –para mí- que lo que desee con mucha fuerza se cumple: conocer Europa, no como turista sino viviendo en ella, teniendo amigos europeos, se va cumpliendo, sin desechar mis raíces americanas, siento volver a mis orígenes ancestrales. Mis abuelos españoles, yugoslavos, franceses, tienen un poder sobre mí que me trae a estas tierras.
También es cierto que tengo una ensalada idiomática en mi cerebro y –por momentos- me confundo y me divierto.

Les dejo un saludo: arrivederci….

No hay comentarios:

Publicar un comentario