miércoles, 27 de noviembre de 2013

Bicicleteando en mi ventana


Nada peor para mi alma poeta que bregar con números y cuentas de banco. ¡Qué molesto! Es una lucha para lograr que tenga un nivel de paciencia y tolerancia necesaria.... pero no me vencerán!
A veces la paz de la casa no es suficiente... y quienes pasaron por aquí, pueden atestiguar que en casa hay amor, paz, alegría en cantidades suficientes para sortear dificultades y hasta moldear un carácter difícil...
Sin embargo, hay momentos en que una ráfaga negativa atraviesa el aire y...
Terminé de hacer un 'simple' cambio de dirección (que me tardo más de 20 minutos) y me gastó mi buen humor cuando escuché a mi nieta llorar... por bajar apurada a ver que le pasaba pisé mi abrigo que llevaba en la mano y casi caigo escaleras abajo, me aferré a la baranda y, si bien nada grave pasó, el esfuerzo me hizo doler la pierna.

Bajé sin decir nada y traté de serenarme, pues pienso que todo empieza en 'uno'. Me senté cerca de ella -que dialogaba con la madre- y respiré calmadamente.

Una vez que todo se suavizo, decidí que mejor me iba a cambiar mi energía a otro lado... un paseo en bicicleta, con el viento en la cara era lo ideal... ¡Pues si! la pierna se olvidaría del dolor al calentarla y pedalear para sobrevivir. Mi circulación y respiración mejoraría: ¡Vamos: a rodar!  ¡Y a abrir la ventana de optimismo!

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