¿Quién
piensa que los amigos que conocemos por internet no son reales amigos? Cuando
no están o están enferm@s, con problemas, pelead@s con la vida o consigo mismos…
yo siento sus suspiros, llantos, los pasos hasta tarde en la noche, los dolores
que sufren…
Cuando están felices, me hacen feliz, me
rio con ell@s, gozo las buenas nuevas, los éxitos y, si está a mi alcance,
ayudo a lograrlos.
Si soy yo la afectada, me alivia y hasta
alegra un mimo escrito de ‘mejórate’, ‘toma un caldito’, me serena un ‘lo
siento’.
Hay quien dice que no le pasa igual, que
les deja indiferente… pero si la pareja se escribe con alguien, aunque sea, de
un país lejano… ya cambia la cosa, ¿verdad?
A mí la amistad me gusta de cualquier
manera y, como estoy tan lejos de mis amigas físicas, las sigo por internet; además,
he conocido muchas amistades con las que no me he visto nunca y hemos gritado
por la misma causa, a algunas las he ido a ver o han venido a verme y tenemos
una relación buenísima.
En fin, que si no existiera el internet o
si mis amigas se borran de él, yo me pasaría viendo la misma ventana sin
novedades… Para mí la ventana cibernética es tan importante como la otra. Yo
quiero a mis amistades de Facebook, sin duda.
Y me voy a tomar el caldito aconsejado, que
pasen buenas noches con sueños mágicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario