lunes, 29 de septiembre de 2014

Ventana anecdótica, con nenas.


Cuando las nenas se comportan de manera que no es apropiada a la hora de comer, después de señalarlo y no obtener respuesta, las amenazamos –especialmente yo- con no llevarlas al restaurante. Hasta ahora era suficiente para mejorar la conducta, sin embargo, hace un tiempo que la rebeldía se instaló entre ellas.
Rochi siempre tuvo buenas maneras y, con la mamá, decidimos que ella no tenía que pagar por las otras. Hicimos un último intento diciendo que hoy iríamos al restaurante solo si tenían buen proceder… y no lo lograron, se reían de la amenaza.
Entonces la madre anunció que solamente Rochi iría con Abu a almorzar. Zarah siempre es indiferente y Tasha miró sin creer, pensando que a último minuto ella también iría.
Esta mañana Rochi me recordó que teníamos una cita…
Cuando Tasha nos vio entrar, sin ella, al restaurante lloriqueó, le dijo a su mami que yo no la quería y rabió un rato.
Mientras tanto, Rochi se comportó mejor que nunca: como una princesa que es su estilo natural.
Ventana de España con nenas, agosto del 2014
Cuando nos vinieron a recoger Tasha estaba con cara de despecho. Ya en la puerta de la escuela se iba sin darme un beso, la llame reclamándoselo y volvió desganada, entonces, los ojitos le brillaron con cierta picardía vengativa cuando dijo: “Pienso que tienes que cepillar tus dientes…”
La semana siguiente Tasha se esmeró en sentarse bien, usar servilleta y tener modales adecuados. El viernes nos recordó que no le habíamos llamado la atención ni una vez. entonces convinimos en ir a comer el próximo lunes.
Ese día, nos bajamos del auto y, cuando ingresábamos al restaurant, se dio vuelta con cara de preocupación diciendo: -¿no podrían venir mis hermanas también?
Conclusión: fuimos todas a almorzar juntas y lo pasamos muy bien.

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