Fue un domingo soleado, tanto en Europa
como en New York, coincidió el clima en ambos lados del océano, raramente pasa.
Casi todos los que conozco salieron a
recibir el baño solar tan ansiado y, aunque frío fue un día bonito.
Cerca de donde fuimos –los jardines del
castillo- había una exposición ecuestre que nos llamó la atención. Tienen desde
caballos de carrusel hasta los caballos de madera que imaginen.
Me encantan los caballos, aunque no soy una
jinete muy hábil, desde niña cuando estaba de vacaciones, adoraba montarlos.
Mi prima, que vivía en el campo, una vez
–con mis ocho años- me hizo montar en pelo (sin montura) y sobre eso silbó de
una forma que el caballo entendió que debía galopar a todo dar… las riendas se
zafaron de mis manos pequeñitas y me agarré como pude a sus crines…. Era tan
delgada que creo que volaba horizontal a su lomo…
Pero los caballos entienden más de lo que
creemos. Este fue frenando y me llevo de nuevo a la casa.
Al llegar, mi prima se partía de risa…
hasta que notó la sombra de mi tía detrás de ella. Entonces frenó la risotada
en seco y, sin comentarios sobre la prima de la ciudad, me ayudó a desmontar y llevó
al equino a pastar. No tenía que escuchar ni decir nada, en el campo hay una
forma de comunicación que abrevia palabras.
Hoy me enteré que era el principio del año
chino, del caballo de madera… y es que
es muy especial este animal y por eso espero que sea un año tan amable, lleno
de entusiasmo, inteligencia, optimismo. Que todos podamos ejercer nuestra
independencia, creatividad, talentos, alegrías y nuestro espíritu libre.
A pesar de que los que son de este signo
son los nacidos en 1942, 1954, 1966, 1978, 1990 y 2002, creo que todos
tendremos una influencia de este zodiaco aunque no seamos caballitos ni chinos.
Dios me oiga.
Por el momento me alegra saber que aquí y
allá, se festejara con mucho color, alegría y sabor un principio de año lunar,
como un principio de primavera oriental que nos afecta a todos.
Buen año chino!!!
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