Tomada en Kaiserslautern- 18 |
Es bueno darse cuenta que hay etapas que se terminan.
Por ejemplo, la de buscar lo que no se encontró hasta una edad propicia.
La de pretender
tener razón y discutir a nivel de pusilánime. La de escribir ventanas o de ser
madre.
Lo cual no significa que nunca más se volverá a repetir
una o todas las acciones mencionadas. Sin embargo, ya no tendrán la frecuencia
ni la energía anterior
No he sido de las que se esconden tras una ventana y
deja pasar la vida. Es ahora que me calmo porque mi cuerpo pide basta. El
tiempo de frenar llegó y las reflexiones ventaneras han sido un buen paisaje
donde sentarme, o sobre las que apoyarme a pensar.
Mis ventanas serán liberadas al mundo mediante su agrupación en un libro y ¡caminarán juntas y libres!
Tomada en 2018 |
Mientras miro a mis hijos creo que pasa algo
semejante: maduraron, se reprodujeron y se juntan para pasear, hacer planes,
volar… y mis nietos van en camino de hacer lo mismo.
Se me ocurre esto llegando a casa de mi hijo, en
Alemania. Es una casa que está en un edificio viejo y reciclado por dentro. Así
me siento. Mi edad física es una, interiormente me fortalezco a diario con
lecturas o escribiendo, jugando con niños o mirando el sol, cultivando flores,
amando intensamente.
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