miércoles, 9 de mayo de 2018

Ventanas recicladas


Tomada en Kaiserslautern- 18
Es bueno darse cuenta que hay etapas que se terminan. Por ejemplo, la de buscar lo que no se encontró hasta una edad propicia. 
La de pretender tener razón y discutir a nivel de pusilánime. La de escribir ventanas o de ser madre.

Lo cual no significa que nunca más se volverá a repetir una o todas las acciones mencionadas. Sin embargo, ya no tendrán la frecuencia ni la energía anterior

No he sido de las que se esconden tras una ventana y deja pasar la vida. Es ahora que me calmo porque mi cuerpo pide basta. El tiempo de frenar llegó y las reflexiones ventaneras han sido un buen paisaje donde sentarme, o sobre las que apoyarme a pensar.

Mis ventanas serán liberadas al mundo mediante su agrupación en un libro y ¡caminarán juntas y libres!

Tomada en 2018
Mientras miro a mis hijos creo que pasa algo semejante: maduraron, se reprodujeron y se juntan para pasear, hacer planes, volar… y mis nietos van en camino de hacer lo mismo.

Se me ocurre esto llegando a casa de mi hijo, en Alemania. Es una casa que está en un edificio viejo y reciclado por dentro. Así me siento. Mi edad física es una, interiormente me fortalezco a diario con lecturas o escribiendo, jugando con niños o mirando el sol, cultivando flores, amando intensamente.

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