lunes, 7 de octubre de 2013

Ventaloki



Volver a casa de mi hija tiene sus encantos... el primero mis nietas y mi hija misma. Luego mis cuatro patas, la gata normalmente se muestra enojada porque me extrañó,  pero esta vez estuvo tan cariñosa que se metió a los pies de mi cama, no me dejo descansar y me dio una alergia que no pude dormir anoche. Y con todo lo que tengo pendiente.
La perra que tira todo para venir a saludarme y si las nenas me están abrazando ella también lo quiere hacer y se arma un concierto de histeria... jajaja.  Mi yerno llega al final y que quiere saber todo sobre el viaje y me cuenta las últimas novedades y su próximo viaje que será en un avión de dos pisos etc...
Después la bajada a la realidad... organizar mis vacaciones con Martha que llega en menos de una semana desde NY y comprar ticket para allá, consulta horarios de allá etc... dos días frente a webs que fueron hechas por cavernícolas y las han tratado de actualizar a trompicones... Mi amiga Marina que llega desde España y necesita que le haga unas reservas agrega un granito de arena... pero ya está.
Mis nietas, en el medio, dicen: juntamos grosellas pero son muy ácidas, ¿no sabes cómo hacer jalea para que se puedan comer...? y esos ojitos de oso recordando la miel... quien les dice que no... ahí va Mónica poniéndose el sombrero de cocinera y hace la jalea, su mama les hace panqueques y ellas felices untándolos con la jalea de grosella del bosque y crema.
Ahora a seguir con las cuestiones de la Organización, invitando gente para la cena, viendo lo del certamen, organizando gente, etc. Maleta para las mini-vacaciones con Martha, arreglar su cuarto, maleta para NY, todo da vuelta... hay cosas que no debo olvidar.
Imagen de la red
Albergar a la pintora que llega de España a NY. Albergar a escritores. Organizar paseos.
Hablar con dos bancos por diferentes motivos...
Mi amiguita Mabel me dice doña Ocupada y yo me mosqueo un poco, en broma... pero esta vez tiene razón y a nadie que echarle culpas...
Todo en tres días que deberé ponerme las pilas.
Pero haciendo una por una... todo llegara. Eso si... se tuvieran que pensar en mi... cuál de todas las ventanas es la mía en este momento... ¿cuál dirían????
Las quiero mucho y seguimos, como dice Liliana al tope... Gracias María José por estas ventanas tan coloridamente coloradas... y colorín colorado... hasta la próxima ventana.

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