miércoles, 9 de octubre de 2013

Tortuga ventanera




A veces... sucede que una busca cosas imposibles, o que parecen imposibles, y la quimera la busca a una. A veces.

Un día preguntaron si estaba en pareja y contesté: - No, será cuando las tortugas vuelen.

Entonces alguien me preguntó: - y ¿por qué debe volar la tortuga? ¿Sólo así sabrás que estás enamorada de la persona correcta?

-              Es solo un juego- contesté.

Dentro de mí, sé que este juego es peligroso, que camino por una arista dolorosa y placentera a la vez. El equilibrio es indispensable, no hay donde sostenerse, allí la noche es día y el día penumbra.

Solo el humor nos salva por momentos y somete a una realidad que nos inventan cada día.

Y mi tortuga estará allí, esperando que su propia tormenta amaine, que los hackers de su vida le devuelvan las alas, que el sol que le robaron llegue por correo especial, o que pase una mónica voladora y le dé permiso para volar...


Ese será otro juego.



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