martes, 14 de noviembre de 2017

Regresan las musas por la ventana

Cada vez que llego de viaje debo reacomodarme. Primero mis músculos, mis huesos… luego poner orden a mi cuarto, mi ropa, lo que he traído para mis nietas, etc. Sigue mi escritorio, mis citas médicas o las que tenga, mis reuniones sociales, mi readaptación al horario de la familia y, por entremedio, mi faceta literaria.
Imagen de la red

No sé cómo lo hacía hace 15 años atrás, llegaba de un viaje y me iba a trabajar a las pocas horas, con maleta desarmada y todo en su lugar. Si, el tiempo pasa rápido y yo me he ralentizado.

Recién ahora comienzo a pensar con alegría de escribir y no con pesadez. Me ha ayudado que me regalaran una ventana, como diciéndome “Oye, no te olvides de ventanear.” 

Para mejor, una ventana con libros, bella, con ‘ambiance’… me apoyé -imaginariamente- en esa ventana y la inspiración llegó. ¡Gracias Ceci!


Por esta ventana están llegando las musas. ¡Hasta pronto!

No hay comentarios:

Publicar un comentario