sábado, 7 de enero de 2017

ESAS VENTANAS...

Empieza un año y miramos a lo largo de doce meses que pasaron, para ver qué nos faltó hacer, lograr. También miramos hacia los doce meses venideros, ponemos las manos en jarra y oteamos la esperanza, la ilusión y determinación con que abordaremos otro año…

Qué bueno poder agradecer, tener el sentimiento de que hay cosas buenas en las que uno puede confiar, saber desechar las que no nos dan placer, alegría, tranquilidad o alguna enseñanza.

Y con fe vamos a nuestro destino. Los más jóvenes con un espectro mayúsculo, los veteranos con menos desconcierto y menos posibilidades, pero seguimos volando, la imaginación cuenta y mucho.
Tomada en Marruecos, 2013

Si, los años nos han hecho cerrar ventanas que no servían y abrir las necesarias. Nos volvemos económicos y nos llaman sabios. Sonreímos porque sabemos que “así es la vida”.

A pesar de las ventanas cerradas por el tiempo, conservamos algunas con rejas muy coquetas en la memoria y, cuando nadie nos ve, dejamos correr los sueños e ilusiones pretéritas, aunque no marchitas, y bailamos al son de músicas jóvenes… en aquel entonces.

Ainsss “esas ventanas”, las que nos dibujan una sonrisa tonta o pícara en nuestra evocación… y, a veces, las abrimos para los nietos que nos miran perplejos… y otro año llega con ventanas nuevas llenas de esperanza…

                                                  Mónica Ivulich - D.R.2017Fr

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