Hace mucho que no escribo sobre mí, sobre mis ventanas… es que hay momentos en que la vida te cuadra de otra forma. Son cambios sutiles, mínimos, a los que una tiene que acomodarse, todo da un giro posicionándonos en otra etapa…
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en "Las Negras" España |
Es que también mis viajes me
marcan lapsos en los que me desconcentro, salgo de cualquier rutina, olvido en
que estaba trabajando o programando… y mientras el cuerpo no se queje demasiado,
seguimos…
Uno de los cambios es que esos
viajes van a tener otro ritmo, otras metas... por varias razones, una de ellas es la actividad laboral de
mis hijos. Un motivo muy válido.
Otra razón es que cada vez hay menos países
que me interesan, a la vez, no puedo caminar como antes y no haré desplazamientos
que me obliguen a esforzar mi físico.
Además, tengo dos libros completos
para publicar, sin editar, voy a trabajar en ellos.
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México |
Y necesito volver a mí misma, me
extraño. Quiero reconocerme, ahora que he dejado atrás varias cosas en mi vida, que sé lo que no voy a hacer, ni ser, nunca más.
Por mi ventana de futuro me veo
con una mochila muy liviana, también muy llena de amor, de comprensión, respeto,
dulzura… de belleza, música, de viento en la cara, despreocupación… cosas que
no pesan, sino que elevan…
En mi futuro inmediato hay
encuentros, encuentros de corazón a corazón, con gente que vibra en la misma
onda… que honra la amistad, que crea y cree, con quienes tengo una relación
profunda, una comunión de almas, proyectos comunes, ideales y valores compartidos…
Y la vida me regala momentos…
como los de ayer, cuando fui con mi hija a dejar a la menor a gimnasia, las
mellizas a matemáticas, luego a una reunión en la escuela de las niñas y de
allí a buscarlas otra vez… parece tonto o aburrido, si no le agregamos el paisaje…
había llovido en la mañana y luego salió un sol deslumbrante que hacía brillar
los árboles con un marrón y verde fantástico, el pasto y las flores parecían de
seda… la zona por donde circulábamos es de muchos árboles y casas con grandes
terrenos.
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Italia |
Al principio las nenas contaban
sus aventuras escolares, reían con esa felicidad que contagia… se bajaron y el
silencio en medio del paisaje casi mágico puso su cuota de armonía.
En la
escuela nos enteramos que las mellizas tendrán clases de yoga, meditación,
autoestima… incluido en el programa (por fin, me dije, algo empieza a cambiar).
Ellas, y mis otros nietos, son
parte de mi futuro, entran a un mundo difícil, con más conciencia y mucha más
preparación para la vida de la que yo tuve.
Hace un tiempo tuve la visión de
algunos cambios y ya están aquí, el futuro se hace presente en mi ventana y me
saluda con satisfacción. Es un futuro cargado de fantasmas del pasado,
fantasmas maestros, que me llenaron de vivencias valiosas,
fantasmas incorporados a mi personalidad y que no traban mi andar. Al contrario.
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Venecia |
Ahora descansaré de mi ventana de
futuro… la noche del hoy me llama a compartir una mesa con gente que habla
español en Francia, brindaré por nuestro mañana, sí: el tuyo y el mío, porque
me estás leyendo, tratando de comprenderme y, en algún recoveco del destino, nos
abrazaremos con el alma.