Mientras
leo… me sorprende la noche, en verano una no se da cuenta, hay luz y no sé por qué,
pero hoy no tengo hambre. Comeré sólo un bocadito para no ir sin nada a la
cama, ya.
Luego lavarse,
cepillado de los dientes, calzarse el camisón (o no, hace calor y estoy sola) y leer un poco más antes que
llegue el sueño.
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Imagen de la red |
¡Vaya! lo
que llegan son esas mariposas que revolotean por el estómago... ¡qué molestas!
¿estaré soñando que me enamoré? pero, ¡si estoy despierta!
¡Oh no!
es que ¡ahora llegó el apetito! Y. con él, un dilema: ¿Bajar a la cocina,
ensuciar enseres, calentar comida y luego volver a guardar, a cepillarse dientes
o aguantar hasta mañana?
No ¡no y no..!
engaño al estómago diciéndole que es sed y, también, restos de un amor del pasado...
Que las
mariposas vuelen por mi ventana y ¡a soñar que estoy en el restaurante! ...
¡Buenas
noches mariposas!
Mónica Ivulich
DR2016Fr
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