Segundo día con sol, sin mucha fuerza pero sol, cruzado por nubes aunque alumbrando…
Ver por mi ventana que la casa del frente se
tiñe de amarillo y no de gris, ya es una
ganancia.
Que mi hija me invite a salir con ella y su
amiga, es un cambio en mi agenda.

Muchas veces lo imaginé en aquella celda y estuve
segura que él la convirtió en su oficina, en cambio mucha gente tiene una
oficina que funciona como prisión.
Quiero, en base a este último pensamiento, convertir mi desgano otoño-invierno
en un entusiasmo primavera-verano.
Adornar mis ventanas con regalos, con hojas
de colores será el primer paso.
Hoy disfruto de un atardecer multicolor y
eso es mi bandera del día.
Empiezo a decorar mi espíritu con nuevas
ilusiones!
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