![]() |
foto de la red |
Las ventanas nos descubren el mundo cuando
miramos por ellas.
Es diferente cuando miramos desde afuera a
nuestras ventanas o ventanas ajenas… ¡cuánto se descubre a través de ellas!
Muchas pueden ser mezquinas y no dejarnos
entrar ni con una mirada, otras se abren discretas, confiadas y podemos
vislumbrar sus características, hay las que son muy demostrativas y nos dan
show de esplendor, de arte y hasta de opulencia.
En Barcelona, como en muchas ciudades, hay
de estas ventanas. Pasar frente a una ventana de Gaudí es adentrarse a la belleza.
![]() |
Foto propia |
Pero, no es lo único que uno puede
entender. Si hacemos analogía con nuestros cuerpos, cuando pasamos frente a un
espejo y nos miramos de los ojos hacia adentro, sostenidamente, vemos que tenemos una belleza especial, que se
traduce en luces. Si profundizamos más, esa luz se convierte en recurso contra
la oscuridad.
Tenemos muchos recursos. Claro que si
perdemos el tiempo mirando hacia afuera, criticando o juzgando a los demás,
recordando el pasado, viendo lo negativo en todo, absorbiendo noticias que nos
meten en un mundo materialista… nunca podremos entender que somos una maravilla
y que fuimos creados con todos los mecanismos, herramientas y técnicas para ser
creativos, felices.
No hay comentarios:
Publicar un comentario