A
veces pienso que lo importante de una ventana, no es tanto lo que miro a
través,
no es tanto como luce, aunque todo eso también, pero más aún: como te ves
mirad@ por esa ventana.
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Imagen de la red |
Cada
mirada y cómo se siente cada quien frente a ella, depende de momentos que, a
veces, por no decir siempre, son mágicos.
Cuando
‘esa’ mirada me transfigura y estoy feliz con la transformación, es un instante
de absoluta felicidad que deseo se prolongue por una eternidad.
Las
ventanas de Barcelona tienen esa particularidad, sientes la belleza en ti, la
caricia de mariposas en la piel cuando la luz se refleja en sus cristales, esa
mirada amorosa de las ventanas hacia ti es lo que me llevo de regreso, con el
alma rebosada y ansias de volver.
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