Anécdota de Ámsterdam
contada en español de España con el humor de Mabel, que es mucho, con o sin
nariz roja...
I- CACHO PRIMERO
INFORMACION: LLEGAMOS
A AMSTERDAM
Y de repente las
bocas son perfectos túneles, la admiración se nos sale de los ojos, las
mochilas y los zapatos que ya bailan queriendo ir a ver tantas maravillas que
intuimos nos esperan...lo malo es que no tenemos ni idea de por dónde. Somos
dos personas muy pero que muy adultas...ejem, o sea...nos miramos y nos decimos
"Información", y nos convertimos en investigadores privados de una
lengua que utiliza las consonantes como si fuesen churros o alfajores, en su
defecto. Pues esa I no es solo para los
trenes. Bueno, pues finalmente nos señalan muy bien educados ellos, según se
sale a la derecha y el otro que a la izquierda...vamos que como el gusanito de
Alicia pero bueno, salimos otra vez y allá que vemos otra I pero más grandota,
tipo ario. Esto funciona como en la charcutería, ale a tomar número y a
esperar. Un señor colombiano casi llora de la emoción de escucharnos hablar en español
y argentino, no tiene hotel, está cansado y no sabe inglés, y móvil descargado
y a su señora le duelen los pies, el Asia y parte de Cuenca y Badajoz. Luego de
un rato en la cola, nos toca...pos no en español o en argentino, na de na. Ale,
Mónica a darle al inglés que para eso lo aprendiste. Las informantes, nos
informan que tenemos que tomar el metro, hacer combinación o ropa interior
simple, porque de la manera que nos lo explican, es lo mismo. Nos dan un
papelito con la dirección y el dedo como el de Colon, señalando la M de metro Holanda.
Más animadas que
un concursante de la tele, nos vamos en busca del hotel perdido, a ver si
soltamos las mochilas de una vez. El metro esta cerquita, casi pegado a la I de
información, y claro eso esta muy bien. Vale...no vale, no hay taquillas, ah,
pero ahí pone tiquetes y la flechita...sigue si haber taquillas. Ah, claro hay
unos aparatitos amarillos para comprar...corre que no se escapen...jeje están
en la pared.
No funcionan con
monedas. Tampoco con billetes...Y si le canto eso de "Dame limosna de
amores, Dolores?", pues tampoco y eso que a los holandeses les gusta el
flamenco. Con tarjeta...bien la tarjeta hasta el fondo, como si buscásemos petróleo...y
ahora la pantalla táctil...Dale Mónica, -y le da con toda la educación que
tiene mi amiga, que es mucha- Yo si tuviese un martillo se iba a enterar la
pantalla esta,...pues nada ni con educación la señorita maquinita funciona.
Mira un palito de esos que llamas y te informa la voz de su amo, o de quien sea
pero te informa. Y Mónica con un espíritu de gurú hindú, sonríe y suavemente
aprieta el botón del "palito informativo" y el milagro sucede...una
cosa parecida a una voz humana, responde
-Información?
-Si
-oiga que estamos
en el metro
-si, están en el
metro
-pero es que
tenemos que ir a SUBANESTRUGENBAJEN, este donde está el hotel.
-Sí, metro
que si, que
estamos en el metro pero tenemos que ir...y la voz esa, como que no se entera,
y nosotras, con la maquinita, el palito parlante y sin saber cómo y por donde
se va al hotel....QUE SI QUE ESTAMOS EN EL METRO, SO PALO PELMA...Se hace el
milagro, yo creo que el bichito de los billetes me vio la cara que se me estaba
poniendo de asesina en serie de maquinitas amarillas y después de que la
paciente Mónica, preguntase en correcto inglés, a medio mundo como demonios
funcionaba aquello, antes de que me liase a patadas con mis zapatos en perfecto
español, la maquinita nos soltó los billetes, y resoplando, nos adentramos en
el metro, en busca de algún señor de amarillo que nos diera alguna fórmula
magistral para llegar al nuestro hotel perdido....en algún lugar cercano más o
menos dentro de HOLANDA.
Continuara, si
alguien no me mata...jeje, no es obligatorio leerlo. Abonare el importe de una
aspirina por lector, eso si no importa la medida de la cabeza, no seáis
abusones. Mabel Escribano Usero